OO5.
Al día siguiente en la universidad, YoonGi tenía problemas para concentrarse en sus clases. Es decir, estaba mirando al profesor mientras explicaba, pero le estaba costando bastante entender qué estaba diciendo. Estaba bien, porque mientras no notará que estaba distraído no lo obligaría a pasar al pizarrón.
Su celular vibró dentro de su bolsillo, distrayéndolo de su distracción. Ojeando que el profesor estuviera de espaldas, YoonGi lo sacó y revisó rápidamente, tapándolo con el libro de álgebra.
Min N 🐨
¿Que harás en el descanso?
8:34 am
No sé.
¿Por qué preguntas?
8:35 am
JiMin dijo que estaría ocupado y me rehuso a ir con Jackson.
8:37 am
Já ¿Y eso?
¿No qué era tu mejor amigo?
8:37 am
Sabes que discutimos porque según
él «paso demasiado tiempo con JiMin
y no me acuerdo de que tengo
una vida social».
8:37 am
Pues eso es verdad.
8:38 am
Lo sé, pero me niego a darle la razón.
¿Comes conmigo o no, Min?
8:38 am
Esta bien, Min.
Te paso buscando por tu salón.
8:39 am
Te espero, Min
8:40 am
YoonGi se quedó mirando la pantalla de su celular con un mueca. Ya había agobiado a su hermano una vez con sus problemas sexuales ¿Estaría bien volver a buscar consejo en él, sobre el mismo tema de paso? Aunque bueno, esta vez era un poco más grave el asunto.
No mataría a nadie ¿Cierto?
—Joven Min, me sorprende verlo tan enfocado en el libro —escuchó que el profesor decía, obteniendo que subiera la mirada de golpe. El tipo le sonreía abiertamente—. Ya que está muy interesado en la clase ¿Por qué no viene y explica el ejercicio? Apuesto a que sabe cuál es el procedimiento.
—Madre mía —murmuró YoonGi mientas se levantaba de mala gana. Mejor pasar vergüenza rápido para no dejar a su hermano esperando.
(♡)
NamJoon gruñó por quinta vez en diez minutos, malhumorado por la tardanza de YoonGi ¿Dónde se había metido ese idiota? Ese rato que NamJoon llevaba esperando sería tiempo perdido del receso, y estaba seguro (seguro no, literalmente se cambiaría el nombre si no fuera así), que YoonGi queria hablar con él del asunto de HoSeok, ya que no podía haber otra cosa en la vaga vida de su hermano que le causara molestias al punto de distraerlo en las lecciones. A veces hasta el mismo NamJoon se sorprendía de conocerlo tan bien.
Bueno, quizás no tanto, después de todo nunca pudo ver venir que YoonGi llegaría a gustar de HoSeok, o de ningún otro hombre. Le hubiera gustado haberlo hecho, así no habría pasado tantos años tratando de aguantar a su ex-cuñada. La tipa no poseía ni la mitad del carisma de HoSeok y, honestamente, siempre parecía como si se le insinuara a JiMin. Así que esto del desvío sexual de su hermano le cayó bien.
«Tengo un novio que me entiende y sabe cuándo algo me molesta, y que hace todo lo posible por remediarlo. No es algo que todos tengan la dicha de disfrutar a diario.»
NamJoon frunció el ceño. Bueno, el asunto probablemente era más fácil para unos que para otros.
—¿Hola, Señor Min? ¡Soy yo, el Señor Min!
NamJoon soltó un respingo al volver a la realidad y conseguir a su hermano delante de él, sonriendo confundido mientras lo miraba después de haber soltado esa broma que ellos habían modificado de niños gracias a los Padrinos Mágicos, y que si NamJoon no había dejado de lado es porque a JiMin le causaba risa.
—Llega tarde, Señor Min —Le reprochó al cruzarse de brazos.
—Bang seonsaeng-nim me pidió quedarme en el salón para explicarle la diferencia entre los ejercicios de química y álgebra —se encogió de hombros— ¿Vamos? Creo que aún llegamos a comprar brochetas.
NamJoon se abstuvo de cualquier comentario y asintió. Después de llegar a la cafetería hicieron la fila para comprar, y como era larga, aprovechó para preguntarle a YoonGi sobre su problemita.
—Hey ¿Que ha pasado con HoSeok? No me has dicho nada desde el domingo.
YoonGi se pasó la lengua por los labios y se rascó la nuca, a lo que NamJoon intuyó que en efecto su hermano le estaba ocultando algo.
—No hay mucho que contar —murmuró, y si hubiera sido otra persona quizás se lo hubiera creído. Lastima que estamos hablando de NamJoon.
—Yoon, Yoon, Yoon, Yoon —repitió rápidamente mientras negaba con la cabeza y le palmeaba la espalda, todo en gesto paciente—. Entiendo que la frustración sexual puede ser algo vergonzoso, pero a este punto deberías saber que tu genial hermano te quiere a pesar de tus raros problemas en-
—¡Shh! —se apresuró a cortarle, mirando a todos lado con preocupación— ¿No sabes lo que es es la discreción acaso? —le recriminó a NamJoon, el cual alzó una ceja con diversión.
—¿Discreción, tú? Deja de bromear, YoonGi.
Consiguió en respuesta una sutil risa de parte de YoonGi, que se apartó de su lado cuando tuvieron que avanzar en la fila. Creyó que no le diría nada al cabo, pero pronto escuchó que volvía a hablar en tono muy, muy bajo.
—¿Puedo preguntarte algo?
NamJoon coloco una cara de: «evidentemente, para eso estoy aquí», a lo que YoonGi sonrió y, tras pensarlo un momento, soltó su duda.
—Cuando tú y JiMin lo hicieron por primera vez ¿Cómo hiciste para que no le doliera?
—¿Cómo hice para...? Oh —musitó, algo impresionado. NamJoon sonrió y se encogió de hombro—. Para eso está la dilatación, Yoon. Y te corrijo; a JiMin le dolió, pero para evitar que sea algo muy extremo es cuestión de saber qué hacer y— ¡Ah, ya entiendo! ¿Quieres saber cómo le hice para así convencer a HoSeok de-?
—¡NamJoon, por un demonio! —exclamó tapándose la boca, atrayendo varias miradas de las demás personas en la cafetería. NamJoon soltó una risa ahogada contra su mano—. No es chistoso, estúpido. Contigo no se puede tener una conversación sutil.
NamJoon quitó su mano—. Viene con el apellido.
YoonGi le devolvió la mueca burlona y rodó los ojos. Después de comprar lo que comerían se sentaron en una de las mesas más apartadas para poder conversar mejor. NamJoon destapó su yogurt y tras lamer la tapita miró a YoonGi, quien desenvolvía la brochetas apenas.
—A todas estas ¿Tan rápido HoSeok y tú se acomodaron? —YoonGi lo miró confundido—. Es decir, si me estás preguntando eso es porque están interesados en intentarlo ¿No?
—No exactamente —dijo, pasando a contarle todo lo que sucedió el domingo (omitiendo algunas cosas que NamJoon prefirió no saber). Para cuando terminó, el mayor estaba mordiéndose el labio para restringir la carcajada estrepitosa que le amenazaba por escapar en la garganta. YoonGi obviamente lo observaba molesto, pero no dijo nada hasta que NamJoon pudo tragarse la risa y, tras tomar un par de respiraciones para calmarse, asintió.
—Es muy... já, muy lamentable tu caso —carraspeó—. Pero no entiendo que tiene que ver eso con lo de la dilatación anal. HoSeok claramente no está listo para que avancen.
YoonGi se encogió en su asiento con un puchero.
—Lo sé, pero me gustaría tener al menos la mínima idea de cómo funciona. Ya el accedió a ser el que recibe (y vaya alivio), pero ¿Te imaginas que llegue ese momento, yo no esté preparado y le haga daño? Te juro que iría a la cocina y me castraria con un tenedor.
Aunque ese sí parecía un comentario para que NamJoon se riera, no lo hizo. Se quedó mirando a YoonGi con seriedad, pensando en que responderle.
Realmente comprendía lo que quería decir. NamJoon había perdido su castidad con JiMin, y así mismo él había sido la primera vez de su novio, así que los nervios de no saber qué hacer y lastimar a la otra persona era algo con lo que NamJoon estaba experimentado.
—¿Cómo fue su primera vez? —volvió a preguntar YoonGi. Y aunque NamJoon dudará que tuviera mucho sentido contarle, lo hizo.
Recordaba que fue en la casa de los padres de JiMin, mientras ellos habían ido a pasar el fin de semana en Busan. NamJoon estaba nervioso, pero no era comparado a cuando JiMin estuvo desnudo. El chico parecía echarse a llorar en cualquier momento. Por suerte, NamJoon consiguió vencer su propia inseguridad por la inexperiencia y transmitirle el «estoy aquí contigo» a JiMin. Fue cuestión de ser suave y paciente, tocar los puntos erógenos del menor que venían descubriendo desde hace tiempo. Decir que NamJoon se acobardó por un momento cuando JiMin hizo una mueca de dolor al tener sus dedos dentro sería una mentira, aunque no fue nada a cuando él mismo entró. JiMin lloraba y jadeaba, diciendo...
—Sácalo... sácalo, por favor. Duele mucho.
—Pero —«Si no lo hacemos ahora ¿Entonces cuándo?»
Esperaron, se besaron, trataron de disminuir el dolor abrazándose, y antes de darse cuenta NamJoon se estaba moviendo hasta que JiMin sólo le decía cuánto lo amaba. Y sin más, ambos habían compartido un orgasmo, su primer orgasmo.
Pensar que de eso habían pasado a ser unos adictos, já.
—Ese último comentario está de más, NamJoon.
—Lo siento —se rió—. Mi punto es, que ni siquiera depende de la sexualidad o no. JiMin es y siempre ha sido gay, pero igual saber que iba a tener algo dentro de él le causó miedo —meditó un segundo—. Obvio para HoSeok debe ser incluso más intimidante pensar de que está renunciado a un... eh, no sé ¿Principio? Para ser penetrado por otro chico, debe pensar que aparte de doloroso será humillante como la mierda.
—Sí, lo consideré. Por eso quería saber que hacer para darle a entender que no lo hará menos hombre cuando decidamos intentarlo.
—¿Qué tal si te dejas meter un dedo primero? Así demostrarías que estás a la par y no hay nada de que avergonzarse.
YoonGi se sonrojó como nunca antes en su vida, luciendo espantado de la idea. NamJoon alzó una ceja, cuestionándolo. Sí YoonGi se negaba, eso daría mucho qué decir, NamJoon lo insularía hasta dejarlo en posición fetal por ser tan cobarde.
No obstante, su hermano solo desvío la mirada
—¿Creés que HoSoek se sentirá más seguro si propongo eso? —susurró con la voz temblorosa.
NamJoon sonrió.
Bien, este era su hermano.
—No lo sé ¿Por qué no se lo preguntas?
(♡)
YoonGi dejo a NamJoon en su salón y continuó el camino hasta el suyo. Se dejó caer como peso muerto encima de la silla, con las manos sudandole y una ansiedad que le ocasionaba sensaciones extrañas en su trasero.
¿De verdad dejaría que HoSeok le metiera un dedo? ¿Eso realmente ayudaría en algo?
Sólo quedaba una forma de averiguarlo. Lo único cierto aquí es que YoonGi golpearía a NamJoon si no llegaba a funcionar.
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